miércoles, 28 de agosto de 2013

Amo escribir

¡Hola a todos! *eco-eco*
Bueno además de leer libros también me gusta escribir mucho, mucho. Por eso les presento la sinopsis y unos fragmentos de una novela en la que estoy trabajando *--*

Sinopsis

Leer. Leer. Leer. Es el pasatiempo de Elena y por ello no tiene nada a quién envidiarle. Ella puede pasar horas leyendo mientras su atolondrada familia hace su vida sin ella. Su lugar especial en donde puede soñar mientras lee es el paraíso para ella. No deja entrar a nadie más que a su mejor amiga y compañera de blog de reseñas, Jenny. Y ni un apocalipsis zombi puede obligarla a levantar la vista del libro que cayó en sus manos luego de la escuela.
¿Pero qué ocurriría si de pronto uno de sus personajes favoritos tomara vida? Eso es lo que se pregunta siempre, solo que nunca ocurre, ni ocurrirá, porque a sus diecisiete años está algo crecida para creer que Peter Pan puede aparecer en su habitación mientras Campanita le lanza algo de polvo mágico para flotar.
La vida de Elena es un tanto monótona pero ella está conforme y feliz con ello por lo menos hasta que ingrese a la universidad.
Sin embargo conocer a Jake de manera sospechosa hace temblar a todos los libros en su librero. Él es misterioso, de pocas palabras y tiene unos ojos hermosos.
Cuando ella se dé cuenta que de pronto sus libros comienzan a aburrirla se pregunta por qué aparece el rostro de Jake en cada personaje que su mente imagina. Y por qué de pronto tiene la necesidad de obligarle a compartir sus libros cuando son solo para ella. Y se pregunta si también  podrá enfrentar un pasado del cual no tenía ni idea.


Fragmento:


I
Cierro el libro de tapa dura que acabo de terminar de leer y lo tiro a un lado de la cama. Cierro los ojos y me convenzo que el final es solo algo pasajero puesto que la historia no puede terminar así. No puede terminar así. Lo repito una y otra vez. No puede terminar así. Pero demonios que así termina. 
Son pasadas las doce de la noche pero a través de mi ventana veo la luz de la cocina encendida. Saco la frazada de mis piernas y bajo del camarote por las escaleras alfombradas. Mis pies reciben el frío del suelo y maldigo en silencio. 
Tengo la alfombra que se supone que tengo utilizar para tapizar toda la habitación, pero desde que mi madre dio a luz a los gemelos Dean y Jean (lo sé, los nombres juntos realmente suenan ridículo) hace un año es difícil convencerla a que me ayude a ponerla, y qué decir de mi padrastro Freddy, se la pasa trabajando o cuando llega del trabajo solo quiere descansar viendo sus programas favoritos en la Smart Tv que compró a penas se mudó a nuestra casa. Daphne de veintidós es hija de su antiguo compromiso y déjame decirte que es una patada en el culo. Cree que por tener cinco años más que yo tiene más derecho a todo en casa, me jodió la idea de vivir con ella hasta que se fue a la universidad, pero ahora está de vacaciones  de invierno por lo que estará tres meses en casa, a excepción de los viernes, sábados y domingos que se la pasaba de fiesta en fiesta y más tranquila por la semana para superar las resacas.
...
En fin, estoy feliz aquí. Puedo leer un libro antes de ir a la cama sin pasarme horas esperando a que los repetidos se duerman o escuchar a Daphne con su novio haciendo cosas inapropiadas a lado de mi antigua habitación.
Me pongo la bata de pijama y me hurgo la nariz. El invierno apesta y lo único que trae consigo es enfermarme hasta que se me caiga la nariz, y he tomado un antigripal que ha detenido la hemorragia de mocos pero no la comezón. Abro la puerta y camino sobre el césped húmedo para entrar a la casa, estar enferma me tienta a andar sin zapatos. Amo andar sin zapatos. Mi madre está recostada en la isla de la cocina con un vaso de leche fresca a punto de tomarlo.
No sabes cómo muero por tomar algo de leche fresca -me quejo despertándola su ensimismamiento.
Me sonríe y deja su vaso a un costado, se dirige a la refrigeradora y me sirve un poco de leche. Su cabello color caramelo está recogido con ayuda de un lápiz. Tiene puesta la misma ropa con la que bañó a los repetidos y cocinó todo el día. Se ve agotada pero de seguro se le borra y aparece una sonrisa cuando Freddy aparece frente a ella. 
Estaba segura que no te olvidarías de tomar la leche de hoy. -dice convencida de conocer a su hija.
Bueno, qué te digo, está en la sangre heredar este tipo de hábitos -estiro mi mano para tomar el vaso y lo llevo a mi boca, calmando la frustración del libro que acabo de terminar. ¡Dios! Realmente odio esos finales.
¿Estás llorando? -me pregunta entrecerrando los ojos. Seguro… no hay nada que me sorprenda, soy muy sensible también, más con esos finales. Me limpia las lágrimas y niega con la cabeza -A puesto que no es un chico el que te rompió el corazón. -Estoy por abrir la boca cuando suelta la respuesta correcta -¿Un libro, quizá?
Asiento y me termino la leche fresca que pasa por mi garganta refrescándola. Antes con mamá nos quedábamos hasta tarde sentadas en la cocina hablando de todo, de chicos -que yo a veces inventaba de su existencia para que sintiera que su hija tenía una vida romántica, cosa que no pasaba como quisiera imaginar, hablábamos también de películas, de Freddy cuando aún no le había propuesto matrimonio, de su trabajo o de libros que eran largas charlas hasta acabarnos la caja de leche y nos íbamos a acostar cuando nuestra vejiga quería explotar de tanto líquido. Ahora con las justas tiene tiempo para hacerle frente a su primera y ya no única hija, con los repetidos tiene que estar atenta que no se jalen los cabellos o se muerdan las orejas entre sí. 
Nina… -Mamá es la única aparte de Jenny que me llama Nina, sonaría raro que algún día a Freddy se le ocurra llamarme así, por lo que simplemente me dice Elena -Creo que hemos hablado de esto. De alguna manera tienes que dejar de leer tantos libros y sentirte como lo estás haciendo ahora. ¡Mira cómo te pone! Esto ya está siendo un problema -ruedo los ojos. Ni que fuera a llorar con cada libro que termino de leer, muchos de ellos son realmente entretenidos. La dejo hablar porque es lo único que hace, hablar. -Tienes que buscar o hacer más amigos y salir a fiestas, no sé… hacer las cosas como cualquier adolescente. Daphne puede presentarte a alguien…
Tengo amigos, mamá -me quejo, enjuago el vaso y lo dejo a un lado. -Daphne puede ahorrarse los amigos.
Jenny no cuenta, además creo que se fue a España ¿no? -se acerca y peina mi cabello del mismo color que el suyo con sus manos.
Regresa en una semana, y es bueno que se haya ido a España, le he encargado muchos, pero muchos libros. Por lo menos que se haya ido hace un mes compensa el abandonarme. -mis ojos brillan cuando hablo de libros.


asdjasdasd No develaré más ^^
Gracias por leerme *-*

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